Tengo que reconocer que tengo debilidad por las pizarras. Siempre captan mi interés y me encanta como quedan en la decoración de una casa para poder escribir mensajes, recetas o lo que surja según el momento de inspiración.
Pueden colocarse en cualquier estancia, desde la puerta de la entrada hasta la última habitación del pasillo. Lo más común es que estén en la entrada con un mensaje de bienvenida, en la cocina para tener a mano la lista de la compra o en la habitación de los niños para que dejen volar su imaginación, pero es cierto que cada vez se van viendo más en habitaciones principales, salones y baños para dar un toque original y divertido.
Se pueden utilizar vinilos o pizarras de toda la vida para decorar espacios pequeños y puntuales y pintura de pizarra si os decantáis por espacios más grandes. Una vez las tengáis ya sólo queda pintar, y nada de preocuparse si queréis dejar mensajes bonitos y lo vuestro no es la caligrafía porque siempre podéis utilizar alguna plantilla.